jueves, 28 de febrero de 2008

Voces del rock vasco rechazan la represión hacia el independentismo

A través de un texto que comienza recordando que «fueron muchos los grupos de rock en Euskal Herria que durante la llamada tansición a la `democracia' mostraron en sus letras su disidencia contra los poderes establecidos», algunas voces conocidas por formar parte de grupos que han sido y son míticos en el ámbito de la música rock en Euskal Herria rechazan «la imposición, la represión y el intento de acallarnos» y reclaman «guk ere independentzia».

Firman este escrito Txerra Bolinaga, que fue batería del grupo RIP; Evaristo, voz durante muchos años del grupo aguraindarra La Polla y actualmente de Gatillazo; Iñaki Ortiz de Villalba, que es la voz de Betagarri; y Aitor, guitarra de Obligaciones. Todos ellos, con el apoyo de dos formaciones musicales jóvenes como The Dogs of the Black Foot y Karrocerías Betoño, han puesto en circulación una carta titulada «Guk ere independentzia», que esperan reciba más apoyos en los próximos días. De hecho, Txerra Bolinaga asegura que ya hay grupos y personas del amplio ámbito de la música rock dispuestas a firmarlo.

Además, no parecen dispuestos a quedarse en las meras palabras, ya que hoy mismo van a llevar su compromiso al espacio en el que mejor saben expresarse: la música. Se trata de un concierto a favor de la independencia, que tendrá lugar en la sala People de Gasteiz, y dará comienzo a las 21.30. Una actuación en la que intervendrán músicos de RIP, de Obligaciones y de Indarrap, entre otros.

«Mañana puedes ser tú»

Los autores de este escrito recuerdan que en la denominada transición a la «democracia» eran tiempos «en los que letras antimilitaristas, antifascistas, contra la represión policial, contra la tortura... se podían escucha en cualquier pueblo de Euskal herria». De esta manera el rock, aseguran, «era una herramienta más contra el régimen y las imposiciones».

Denuncian a renglón seguido que a lo largo de la última década «la escalada represiva contra el independentismo vasco da un salto importante, iniciándose una caza de brujas contra todo lo que consideran el `entorno' de la izquierda abertzale». Y reflejan en este sentido ejemplos como el cierre de periódicos y radios, la ilegalización de organizaciones juveniles, partidos políticos..., subrayando además que ese «ataque» ha afectado también al rock vasco: «Grupos como S.A., Berri Txarrak, Fermin Muguruza, Su ta Gar y otros... son perseguidos y acosados por el nacionalismo español».

Es en ese contexto en el que sitúan la situación por la que atraviesa Euskal Herria, en la que, denuncian, «la libertad de expresión y de opinión vive uno de los momentos más oscuros». Añaden que el Estado español, «con la ayuda de los partidos dóciles y sumisos de Euskal Herria (que hablan mucho pero que hacen bien poco), está golpeando fuerte y haciendo daño», y que cada movimiento político es respondido «con más represión». Como consecuencia de esa dinámica «cada vez son más las personas detenidas, torturadas y encarceladas», sobre las que dicen que «han sido y son secuestradas por dar ruedas de prensa, trabajar en un periódico, por hacer política, fomentar la desobediencia civil, trabajar a favor del euskara...». En de- finitiva, concluyen estos representantes del rock vasco, «por trabajar por Euskal Herria».

Califican de «hipocresía» la justificación de «todos estos atropellos» en que «violencia y democracia no pueden ir unidas», y rechazan que esto lo esgriman quienes «invadieron Irak, mandan tropas a Afganistán, crearon el GAL, alaban el franquismo, torturan en los cuartelillos, reprimen manifestaciones... y un sinfín más».

Por todas esas razones, los firmantes de este escrito consideran que «quieren acabar con el independentismo vasco», hecho que denuncian porque «como hace treinta años los herederos del franquismo siguen estando aquí; porque la libertad de expresión y de opinión no existe; porque vivimos en un estado de excepción encubierto; porque hoy se han llevado a tu vecina o a tu amigo... y ¿mañana?, quizás puedas ser tú».

Críticas al PNV en Arrasate

La izquierda abertzale realizó ayer un acto político en Arrasate, en el que Miren Legorburu criticó al PNV por el «fraude» realizado a lo largo de 30 años.

Recordó que Josu Jon Imaz declaró que a los jelkides les da igual con quién pactar el 10 de marzo, algo que, aseguró Legorburu, «hizo en la transición con UCD, cuando renunció a defender un marco común para los cuatro herrialdes; hizo con Nafarroa, cambiando cromos con UCD y cediéndola a cambio de alcaldías; lo hizo votando al primer gobierno del PP; y lo está haciendo en Ipar Euskal Herria, donde no ha tenido reparo en llegar a coaliciones e integrarse en las listas de la derecha».

Miren Legorburu subrayó que «es más importante que nunca aparecer como pueblo y dejar de lado los intereses partidistas, como pretende la izquierda abertzale, llamando a la abstención activa», concluyó.
Juristas europeos analizarán la ilegalización de partidos

La asociación internacional de juristas ELDH (siglas en inglés de la Asociación Europea de Abogados por la Democracia y los Derechos Humanos en el Mundo) hizo pública ayer una declaración contraria a las medidas adoptadas contra EAE-ANV y EHAK, en la que anuncian que analizarán estas medidas a la luz de la legislación europea e internacional.

Miembros de la ELDH asistieron en calidad de observadores internacionales en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional española por el macrosumario 18/98, de cuyo desarrollo elaboraron varios informes. En la declaración hecha pública ayer, sin embargo, se centran en la valoración de las medidas adoptadas por el tribunal especial contra las dos formaciones políticas de la izquierda abertzale, ante las que se preguntan «hasta dónde están dispuestos el Gobierno y el Tribunal a llevar los límites a la participación democrática en la vida política en el Reino de España». También expresan sus dudas de que la ilegalización de partidos sea «eficaz para oponerse a la actividad de ETA», ya que, en su opinión «es mucho más factible que estas decisiones obstaculicen aún más un cambio político por métodos democráticos».

Los juristas englobados en la ELDH recuerdan que en el macrosumario 19/98 la noción «apoyo a una organización terrorista fue expandida de forma exacerbada con el objetivo de condenar a los procesados», una estrategia que también ven en el caso de la ilegalización de EAE-ANV y EHAK. «En vez de continuar con la criminalización del MLNV -término profusamente empleado en la sentencia del caso 18/98-», aconsejan en su declaración que «el Gobierno español debería garantizar la libertad de expresión y de asociación para un debate democrático». Y esto debe incluir, añaden, «el derecho a apoyar la independencia del País Vasco».

ELDH anuncia la creación de una comisión que analizará la «conformidad de estas medidas con la legislación europea e internacional». GARA

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