lunes, 30 de marzo de 2009

ENTREVISTA FRANCISCO PERAZA

"El pueblo canario está muerto de sed de conocimiento de su historia"

Artista -se dedica a la escultura de la piedra- y estudioso de la cultura ancestral del Archipiélago, Francisco Peraza lamenta el desconocimiento generalizado de las "verdaderas raíces" del pueblo canario entre la población. A difundir el acervo cultural de las Islas ha dedicado en los últimos años la mayor parte de sus esfuerzos, una labor muchas veces frustrante -se siente "entorpecido"-, pero en la que no deja de perseverar.

-Usted ha desarrollado su actividad principalmente en el ámbito de la cultura.

-Soy escultor de la piedra. En el año 1995 descubrí la obra de Juan Bethencourt Afonso, el historiador nacido en San Miguel de Abona, y me di cuenta de que había una gran cantidad de datos de los que el pueblo canario no tenía ni el más mínimo conocimiento. Era una obra muy interesante, y también muy triste. Capté que había un contenido muy favorable para que el pueblo canario conozca sus verdaderas señas de identidad. Comencé a rodearme de libros relacionados con el mundo guanche. Constituí entonces el grupo cultural Ichazagua, con el que he hecho representaciones de todo lo que había extraído de mis lecturas y de mis trabajos de campo sobre la sabiduría del pueblo guanche. El pueblo canario está muerto de sed de conocimientos de su historia, pero no ha habido una información por parte de los responsables.

-¿Su aproximación al independentismo deriva, por lo tanto, de una visión cultural?

-Si usted me hace esa pregunta, está dando a entender que Canarias es un territorio sometido, colonizado. Por lo tanto, si me pregunta si quiero la libertad de mi pueblo, digo que sí. El conocimiento de nuestra historia lleva a la gente a saber que nuestros ancestros eran hombres libres. Era un pueblo que jamás pasó hambre, que respetaba a la mujer. Eso se rompe inmediatamente después de la conquista; es entonces cuando empieza el hambre y cuando el hombre comienza a maltratar a la mujer. Era un pueblo respetuoso con sus mayores, preocupado por la educación de sus hijos y, me atrevo a decir, desconocedor de la mentira, que estaba terriblemente castigada. Tal es así que la derrota del pueblo guanche se consiguió a base de mentiras.

-¿Se ha hurtado hasta el momento el acceso a esa parte de nuestra historia?

-Desde siempre se ha ocultado la realidad histórica al pueblo canario. Los templos canarios fueron montados sobre estructuras religiosas guanches. Ése es un ejemplo de destrucción de la memoria histórica. Pero hay más: a los guanches se les prohibió elaborar sus cerámicas, y se les obligó a hacer las que traían los colonizadores. También fue prohibido todo tipo de armamento guanche. Fue eliminado todo resquicio de identidad. Esto ha continuado hasta hoy. Por ejemplo, la obra de Bethencourt Afonso estuvo prohibida más de cien años y, como todos sabemos, en los colegios no se nos enseñaba nada referente a nuestros antepasados, a nuestra identidad, sino cuestiones que no tienen nada que ver con el pueblo canario, como las historias del Cid Campeador.

-¿Han influido esas dificultades para acceder a la cultura y la historia canarias en que el movimiento nacionalista no adquiriese toda la fuerza que hubiera podido tener?

-Ha habido gente, como Secundino Delgado, y aún la hay, como el Movimiento Patriótico y otros grupos, que han trabajado por la libertad del pueblo de Canarias, porque, ¿quién no ama la libertad? No existe un pueblo en la tierra que no ansíe el conocimiento de su realidad histórica. Lo que ha ocurrido en las Islas es un pecado gravísimo que alguien deberá pagar algún día. Yo me he encontrado con muchos obstáculos. Colaboré hace unos años con una revista, en la que trataba de mostrar al turismo nuestra cultura y nuestras señas de identidad. Al responsable de esta publicación se le preguntó cómo se le había ocurrido dejarme escribir en ella. Luego, fue al Cabildo para tratar de obtener una subvención y le respondieron tranquilamente que no estaban por la labor de apoyar nada relacionado con la cultura guanche.

-¿No es paradójico que el turismo parezca tener más interés por la cultura de las Islas que los propios canarios?

-Saben más los alemanes sobre la historia del pueblo canario que este mismo, lo que indica que la ocultación es rotunda. En esa época hablé con un productor, y elaboré los guiones para 16 capítulos sobre historia del pueblo guanche. Lo presentamos a Socaem, pero fue apartado. Sin embargo, las subvenciones las obtuvieron extranjeros. Así se trata a quienes queremos difundir nuestras señas de identidad.

-¿Cómo es posible esta situación de desconocimiento cuando lleva gobernando 20 años una formación política que se define como nacionalista?

-El nacionalismo es luchar de forma democrática por la libertad de un pueblo, de una comunidad. Al nacionalismo "light", basado en la propaganda, no le interesa profundizar en nuestras raíces ni que el pueblo sea culto. Tal vez tengan miedo de algo, pero todos los pueblos del mundo tienen derecho a saber; los que conocen su historia son los pueblos más felices. No saber quiénes somos conduce a la gente a una especie de depresión.

-¿Percibe usted que se está produciendo un renacer de los movimientos nacionalistas?

-Claro. Es que son muchos años de ocultación de nuestra historia.

-¿Y prevé usted que esto se pueda traducir en un salto hacia adelante de las aspiraciones nacionalistas?

-Tengo fe. Primero, porque es un derecho y no se nos puede robar. El que surja un movimiento nacionalista en el sentido íntegro de la palabra -no un falso nacionalismo, engañoso- es importantísimo, porque permitiría que el canario pueda andar con la cabeza alta. Canarias puede ser un país con todas las libertades y mantener plenas relaciones con todo el mundo. Pero sería un país más rico culturalmente.

-¿No han tenido parte de culpa los propios colectivos nacionalistas, debido a su división interna, de que el movimiento no haya adquirido suficiente fuerza? Y, si es así, ¿puede corregirse esa situación?

-Las pequeñas divergencias se pueden superar. Cada uno trabaja por su lado, pero esa labor es honrosa, porque luchan por algo que es muy importante. Al final tendrán que confluir, que converger.

-¿Debe Coalición Canaria, que hasta ahora ha practicado lo que usted llama un nacionalismo engañoso, desempeñar algún papel en ese proceso?

-Está a tiempo. Tiene una gran oportunidad de ayudar y colaborar a que nuestra historia sea cada vez más clara, a que nuestros museos se encuentren en todas las poblaciones del Archipiélgo... Deberían simplemente mostrar la realidad histórica y que sea conocida por todos. La cultura de nuestros antepasados se encuentra en manos de estudiantes universitarios y de un puñado de personas que, como yo, se preocupan por conocer nuestra verdadera historia. Es un núcleo muy reducido. CC podría colaborar intensa y rápidamente. Yo les pediría menos folclorismo y más realidad.

-¿Confía en que el interés vaya prendiendo poco a poco en la población y, en particular, en la juventud?

-Hay una ignorancia total en la clase política sobre nuestras raíces, al igual que en el 90% de la población. Pero he visto mucho interés de la gente hacia nuestras representaciones guanches. Todo el mundo se nos acercaba a preguntar y se asombraba, desde niños a personas mayores. He visto a viejos llorar porque se sentían traicionados. Ha sido una lucha fracasada, me siento entorpecido, pero aún continúo con ganas y ansias de trabajar porque nuestro pueblo canario tenga el mejor acceso a su verdadera identidad.

FRANCISCO PERAZA ESCULTOR Y SOBERANISTA