Mostrando entradas con la etiqueta Anteproyecto Constitución Canaria Por Antonio Cubillo Ferreira. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Anteproyecto Constitución Canaria Por Antonio Cubillo Ferreira. Mostrar todas las entradas

martes, 19 de febrero de 2008

El día después de la independencia

Los habitantes de Kosovo vivieron ayer su primera jornada tras la proclamación, el domingo, de la independencia del pequeño país balcánico. Esa primera jornada como estado independiente fue un día que se vivió más con la mirada puesta en las esferas diplomáticas que en Pristina. Y es que la cuestión kosovar provoca fricciones permanentes en el seno de la Unión Europea desde hace al menos dos años.

Pristina y Belgrado han mantenido un diálogo condicionado por la posición previa de EEUU en favor de la independencia de este territorio bajo autoridad serbia. El fracaso anunciado de la mediación más formal que real ejercida por la UE no ha cerrado una disputa comunitaria de la que no se puede hacer responsable al pueblo de Kosovo y a su opción de autodeterminación, sino más bien a la dificultad que tiene Bruselas para gestionar sus cuestiones nacionales pendientes. Aunque también en esto hay diferencias, y así Bélgica, confrontada a un proceso de divorcio entre flamencos y valones, aceptará una declaración de independencia en Kosovo que el Estado español es incapaz de digerir.

La UE salva la cara con una declaración que presenta la ruptura de Kosovo con Serbia como «un caso aislado» que no marca un precedente, pero el debate suscitado no se zanja con acuerdos que no despejan cuestiones de fondo. El gran error de la diplomacia europea ha sido diseccionar los problemas de su entorno natural de solución, lo que, como se demuestra en los Balcanes, no alienta salidas basadas en el acuerdo político. Sería de desear que la comunidad internacional deje de tratar a esta región como un laboratorio en el que se azuzan las guerras primero para experimentarse después con modelos políticos con fuerte tutela exterior.

El día después de la independencia en Kosovo marca, en cualquier caso, el inicio de una transición cuyo éxito dependerá de que se desactiven las actitudes externas e internas más hostiles, pero también de que se adopten políticas concretas para paliar la quiebra social alimentada por un largo y doloroso conflicto.



Kosovo pone nervioso al Estado español

La decisión mayoritaria del parlamento de Kosovo de proclamar la independencia con el respaldo de USA y la mayoría de los países miembros de la UE, ha puesto nervioso a los españoles por lo que esto podría suponer para el futuro del propio Estado Español, lo cual implicaría que, por motivos similares y con mas razón de ser, podría romperse la “unidad de España” si los vascos, catalanes, gallegos y, con mas motivos aun los canarios, consiguieran mayoría en los Parlamentos Autonómicos y se les diera por plantear la independencia, ¿Qué pasaría? ¿La UE y USA adoptarían la misma postura?



Hace años que los anticolonialistas de izquierdas hemos advertido que este motivo se podría dar, siempre hemos demandado la unidad de la izquierda revolucionaria en un programa socialista de carácter anticolonial para estar organizados antes de ser arrastrados por la corriente. Lo contrario, con el tiempo las burguesías isleñas se apropiarán de nuestros símbolos reivindicativos de carácter soberanistas, adaptándolos a sus intereses como clase política burguesa. Esto es lo que se ha dado con Kosovo.



La debilidad del socialismo en la antigua Yugoslavia, la falsa soberanía y unidad de los pueblos que la componían influyó en su caída, no solo de Yugoslavia, sino de la propia URSS, sin menospreciar el papel liquidacionista jugado por las burocracias y por el imperialismo yankee-europeo.



Canarias, política, económica y históricamente tiene mas derecho a la independencia que Kosovo, ya que constituye un archipiélago no soberano fruto de una expansión europea colonialista hacia África en la época medieval, lo que significó para las poblaciones autóctonas el paso a la esclavitud y a la dependencia que perdura aun en nuestros días.



España, como estado que firmó la Carta Magna de las Naciones Unidas, en la cual se contempla el derecho internacional, pero se lo pasa por el forro interpretándolo a su manera. Por este motivo no reconoce el derecho a la autodeterminación de los pueblos. Para arráncale la independencia a España los pueblos de América latina tuvieron que recurrir a la violencia revolucionaria.



Es hora ya que los pueblos de España, que nos colonizan, se den cuenta que a empujones la unidad nuca se mantiene y menos con violencia. La unidad y la fraternidad entre pueblos se consiguen respetando los derechos del contrario, nunca pisoteándolos.


¡INDEPENDENCIA Y SOCIALISMO!

sábado, 16 de febrero de 2008

Kosovo proclamará mañana su independencia

Ojalá sirva de precedente

Está por ver si, definitivamente, Kosovo declara la independencia tutelada durante los próximos días. Está por ver, asimismo, la forma que toma esa declaración. Declaración que, por otro lado, no supondrá más que la confirmación de la situación real que vive Kosovo en la actualidad: un territorio independiente de facto bajo la supervisión de organismos internacionales -la ONU hasta ahora y la UE de ahora en adelante-. Lo único que está claro de momento es que la labor diplomática realizada por los albano-kosovares ha surtido efecto y que la mayoría de países asumirán las recomendaciones que emanan del plan presentado por el enviado especial de la ONU para Kosovo, aceptando la declaración y estableciendo relaciones oficiales y normalizadas con las instituciones kosovares. Tan sólo unos pocos países occidentales quedarán al margen de esa postura. Se trata, por un lado, de los países de religión ortodoxa y/o de etnia eslava -Rusia, Grecia, Malta, Eslovaquia y Chipre- y, por otro lado, del Estado español.

Todos esos países plantean que la aceptación por parte de la comunidad internacional de la independencia supone un precedente con implicaciones para futuros casos de secesión. El Estado español niega este extremo, pero sigue posicionándose en contra. Varios analistas españoles han indicado que se trata de un gesto de extrema debilidad y una incongruencia política que, además, le aísla frente a los países de su entorno. Señalan, asimismo, que la excepcionalidad del caso kosovar es evidente y se deriva del genocidio dirigido por Milosevic contra los albaneses de ese territorio.

Esos analistas olvidan, sin embargo, que la excepcionalidad del caso kosovar proviene ante todo de que, seguramente por primera vez, la comunidad internacional ha establecido la carga de la prueba sobre el estado en vez de sobre la parte secesionista. Es decir, ha determinado que la independencia es necesaria porque el Estado serbio no puede garantizar los derechos individuales y colectivos de una parte de su población. Digan lo que digan uno y otros, ojalá sirva de precedente.