Ya estamos en 2009 y el pueblo canario se prepara a vivir pronto momentos llenos de esperanza en uno o dos años, pues ya se ve en el horizonte algo distinto a este futuro permanente de seguir, como hasta ahora, siendo una colonia de España. La mayoría de los canarios serios y patriotas están preparándose para convertir a este archipiélago africano en una república federal libre e independiente con sede en las Naciones Unidas, como nos corresponde por derecho internacional.
Claro que existen muchos obstáculos, empezando por los mismos canarios, muchos de los cuales están todavía con el cuento de los partidos metropolitanos que los influyen; por ejemplo, aquellos que se dicen de izquierdas o socialistas que piensan y predican que primero hay que luchar por el socialismo y después ya vendrá o se pensará en la independencia. Es lo mismo cuando, en los años sesenta, el PCE con Sr. Carrillo y sus huestes eurocomunistas decían a los que luchábamos por la independencia que primero había que echar a Franco y después ya se vería. En realidad, eran todos colonialistas y por la unidad de la Patria, y de eso sabe mucho la generación de aquella época. Después vinieron los socialistas con el mismo cuento, y ahí los tienen todos por la unidad de la patria franquista y monárquica, no solo aquí, sino allá en la metrópoli. En consecuencia, si la izquierda de todas las tendencias en Canarias quiere representar algo de nuestro pueblo, en el futuro republicano y soberano, debe organizarse en partidos independientes de la metrópoli y con ideología propia. Ninguna persona canaria de izquierda puede estar de acuerdo con el colonialismo, y como tampoco contra el derecho de los pueblos a la independencia, y si lo está, entonces es tan colonialista como los partidos españoles que siguen pensando en el viejo y caduco imperio de la monarquía española.
Las demás tendencias políticas ya se lo están pensando, pues ven la que se nos viene encima con la crisis económica internacional, donde países como España van a ser de los más afectados. Pero, ante todo, estos colonizados no pueden avanzar ni estructurarse en partidos canarios mientras no tomen conciencia de su propia enajenación colonial, consecuencia de seis siglos de colonialismo.
La burguesía económica canaria es una burguesía subdesarrollada y sin poder económico importante para oponerse a la burguesía colonial española y a las empresas europeas que vienen a instalarse en las Islas; estar en el circuito de los chanchullos, comisiones y restos de los tiburones capitalistas extranjeros es su condición actual y le es difícil, al menos en esta generación, pensar un porvenir como burguesía de una república federal independiente. Claro que a los hijos de esta burguesía incipiente, que ha pasado por las universidades y ha viajado fuera de Canarias, y a muchos jóvenes empresarios, que han participado en luchas reivindicativas y están empuñando desde hace tiempo la Bandera de la Siete Estrellas Verdes, les molesta mucho entrar a formar parte de esta semiburguesía sin futuro, sin capacidad de empresas nacionales propias, de una pequeña burguesía de limosneros y que debe siempre recurrir a Madrid para arreglar sus negocios, después de haber pagado comisiones en la metrópoli a funcionarios y políticos de turno.
En su aspecto decadente, esta pequeña burguesía sin aún conciencia nacional de soberanía se ve ensalzada por varios periódicos y medios de información que tiene España en las Islas, de destacados grupos ibéricos o medios españolizados canarios a base de recibir millones para hacerle el juego a Madrid. Entonces, estos empresarios y burgueses de pacotilla hablan y ensalzan esta prensa, mal llamada canaria, que los apoya por un momento y los saca a flote de vez en cuando y, ¡oh pecado!, el periódico más importante de Canarias, El Día, que no vive de subvenciones de la metrópoli ni obedece órdenes de Madrid, que viene hablando hace más de un año de Soberanía, de un anteproyecto de constitución republicana propuesto por un partido independentista, el Congreso Nacional de Canarias, de independencia, de nuestro pueblo Guanche y de sus reivindicaciones, de república federal canaria libre e independiente, de las Naciones Unidas... entonces, ¿qué pasa en Canarias?, ¿qué hacer? Pues que los llamados partidos donde están estas gentes sin brújula y sin conciencia y los partidos españoles de la metrópoli deciden reunirse en el propio Parlamento canario para condenar su línea editorial e, indirectamente, el derecho a la libre expresión e información de un periódico y una radio, que es un derecho universal. Consecuencia, el pueblo, la gente sencilla y los patriotas multiplicaron las ventas del periódico independiente El Día el año pasado, y apoyan su línea editorial, y ya casi nadie, de las nuevas generaciones y patriotas en general, lee la prensa española publicada en las Islas o la subvencionada, y el Parlamento canario y sus representantes cayeron en el año 2008 en un monumental ridículo.
Esto pasó en el año 2008. Ahora estamos en 2009. Es tiempo de reflexionar y arrepentirse de los disparates políticos del pasado año. Canarias tiene una cita para 2010 y debe irse preparando para obligar a España a que cumpla la Resolución 43/47 sobre la descolonización del resto de las colonias, así como la Resolución 48/52 del 10 de diciembre de 1993. La década de la descolonización termina en 2010, de la descolonización pacífica, repetimos, y España debe cumplir dicho mandato sin recurrir a sucias maniobras o a la violencia de Estado. El futuro de las relaciones de España con la república federal canaria depende de ello y no creemos que el Gobierno español vaya a desaprovechar esta oportunidad de liberar pacíficamente su última colonia en África, que un día, allá en el siglo XV, conquistó tras una lucha de resistencia feroz que duró casi un siglo, y si ganó fue por sus armas de fuego, sus armaduras de hierro y por traiciones a los pactos firmados con un pueblo que vivía libre en estas tierras, nacido para ser libre y no para que lo vendieran como esclavos. Y ya que la Monarquía española no comprendió la lucha de sus colonias en América o Filipinas y derramó inútilmente tanta sangre para al final salir huyendo, que en este siglo XXI no vuelva a cometer los mismos errores y aprenda las lecciones de la Historia.
Antonio Cubillo Ferreira
Presidente del CNC, brazo político del MPAIAC
jueves, 8 de enero de 2009
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