En la etapa actual de nuestra lucha por la soberanía, es necesario que nuestro pueblo canario y, sobre todo, las nuevas generaciones, tengan muy claro lo que es una comunidad étnica o la etnia canaria.
Nuestro pueblo no es lo que quieren decir y pontificar los actuales dirigentes de Coalición Canaria, diciendo que son canarios todos los que viven y trabajan en estas islas. Aquí se equivocan completamente, porque nuestra comunidad étnica es, ante todo, un organismo social sobre un territorio determinado, a saber, un archipiélago africano, formado por un grupo de mujeres y hombres, por familias que han establecido a lo largo de los siglos o de los años toda una serie de lazos familiares, de matrimonios, de amistades, de lazos económicos, de una comunidad con un habla y acento particular, una moral, un arte arquitectónico, una música y cantos también que vienen de los guanches o hemos importado y adaptado, unos deportes y diversiones como la lucha canaria o las peleas de gallos, y se puede decir unos sentimientos religiosos y una serie de valores comunes, de una manera de ser, que vienen de nuestros antepasados guanches o que hemos adoptado a lo largo de estos siglos de convivencia, así como una serie de costumbres que se han ido adaptando en las entrañas de nuestro pueblo, hasta ser un sentimiento nacional colectivo.
Cada uno de nosotros tiene cuatro ramas familiares, con padres, abuelos y antepasados de diferentes islas o alguno de fuera, emparentados con nuestras mujeres y hombres, y todo este conglomerado social es lo que conforma la autoconciencia étnica dentro de nuestro territorio y que nuestros emigrantes, aunque hayan pasado años o siglos, conservan en sus genes y en su memoria histórica. La fuerza de esta etnia es tan fuerte que aquellos que nacen aquí, viven y se desarrollan entre nuestras gentes son asimilados por nuestra etnia y entran a formar parte de nuestro pueblo. Así pues, tenemos toda una serie de componentes fundamentales para formar una etnia aparte de la de los españoles, o de los habitantes de Euzkadi, Galitzia, Catalunya o de Portugal, que sí son etnias. Hay, pues, que estudiar a fondo esta comunidad étnica que somos los canarios, diferentes de las otras comunidades y, sobre todo, que formamos un mundo aparte con respecto a la sociedad colonial que nos domina.
Como toda etnia, tenemos un alma y unas características humanas que nos diferencian de los otros y, sobre todo, de los que se llaman españoles. Somos, pues, un fenómeno social típico, aunque, por ahora, sin una conciencia nacional total como hace falta, debido al colonialismo y las enseñanzas y libros de textos que siempre ha enviado Madrid a esta colonia para que no se formara una conciencia de etnia. Nuestra comunidad étnica ha atravesado a lo largo de los siglos una serie de altos y bajos. El más importante, debido a la conquista española y los horrores a que fue sometida esta comunidad, que vivía libre y en paz cada uno en su isla, con unos sistemas democráticos en cada isla, a la cual llegaron unos mercenarios armados que instalaron enseguida, como avance cultural, el tráfico de esclavos con nuestro pueblo y la destrucción de su régimen de vida e instituciones. Los conquistadores enseguida de apoderaron de las tierras, de las fuentes y de los ganados e instauraron un régimen de la propiedad de la tierra contrario a las prácticas comunales guanches.
Casi todos conocemos, unos más y otros menos, este período histórico de los seis siglos pasados y no podemos detenernos mucho en este mirar hacia atrás, que es necesario y fundamental, así como las luchas de finales del siglo pasado, sino que hoy debemos estudiar y hacer comprender a nuestro pueblo en este año 2009 cómo debemos organizarnos para transformar nuestra comunidad étnica en nación. He aquí, pues, nuestra actual misión, educando a la actual generación, deformada por las enseñanzas pro españolas de la metrópoli, y a la nueva y joven antes de que se deforme. No hay que olvidar que una gran mayoría de nuestra población es analfabeta cultural, porque ignora su propia historia, como dice la Unesco, y hacia ella se deben dirigir nuestros esfuerzos. Esta alfabetización, a través de periódicos independientes como El Día, que llega a lo más profundo de todos los rincones de las islas, es un hecho cultural y un factor de cultura. Hay que tener en cuenta que hay grupos o sectores, sofisticadamente letrados y cultos a la española, que son "analfabetos integrales" desde el punto de vista político, influenciados por los partidos extranjeros, PSOE, IU, PP y sus sucursales sindicalistas en esta colonia, CCOO y UGT, y por los periódicos españoles publicados a todo bombo en las islas, además de las TVE y radios controlados por España.
Desde los años 60, y sobre todo a partir del 22 de octubre de 1964, en que nace el Movimiento de Liberación Nacional de Canarias, el MPAIAC, y la bandera nacional de las Siete Estrellas Verdes, nace poco a poco la idea nacional que se desarrolló sobre todo con "La Voz de Canarias Libre", trasmitiendo desde Argel, que fue un revulsivo para nuestro pueblo y puso el nombre de Canarias a nivel internacional. Las acciones de todo tipo llevadas a cabo por los militantes del MPAIAC sacaron de la ignorancia histórica a nuestro pueblo colonizado y España fue conocida como potencia colonial.
Es por ello que ahora debemos reforzar la conciencia de nuestra comunidad étnica para reforzar el sentimiento nacional y decirle a nuestro pueblo que vamos a construir una nación, la cual tendrá en el futuro su propio Estado y su propio gobierno. Tenemos que desarrollar esta idea-fuerza de los tres círculos: Nación, Estado y Gobierno. Como en toda comunidad étnica, hay clases en formación e intereses económicos diversos, pero nosotros, los canarios, tenemos que tener en cuenta, en esta etapa histórica que nos ha tocado vivir, que la contradicción principal que tenemos es con el colonialismo, y que si no acabamos con el colonialismo, no podremos construir la nación, la cual será combatida por los colonialistas y pobres canarios de servicio, como el socialista Néstor Padrón Delgado, con sus chocheces de viejo y sus senilidades, uno de los redactores del nefasto Estatuto de Autonomía encargado y teledirigido por Madrid que, en un artículo de opinión aparecido en un periódico español publicado en Tenerife el 15 de septiembre de 2008, hacía un llamamiento al PP y a sus amigos del PSOE para que se opusiera a la línea del periódico El Día, por su línea editorial en pro de nuestros justos y legítimos derechos nacionales y diciendo que era el sustituto del periódico "Gara", en Tenerife.
La idea de nación es una idea nueva; se crea y se forma con la Revolución francesa, tras la batalla de Valmy, en la que el general de la Revolución francesa, Kellermann, poniendo su sombrero de tres picos en la punta de su espada, atacando solo a la bayoneta y gritando por primera vez "Viva la Nación". De allí surgió en el mundo moderno la idea de nación. Este ejército mal uniformado y sin preparación ni experiencia militar demostró al mundo que para ganar una batalla, aunque el enemigo sea cuatro veces superior, hace falta coraje, coraje y patriotismo. Al día siguiente, 21 de septiembre de 1792, se declaró la República en París y nació la Nación Francesa. El gran poeta y escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe, que asistió a la batalla del lado austro-prusiano, al lado del duque de Saxe-Weimar, dijo estas palabras proféticas: "Hoy y en este lugar nace una nueva era en la historia del mundo". Del lado francés, estuvo también como general de la revolución don Francisco de Miranda, hijo de un canario del Puerto de la Cruz, en Tenerife, y precursor de la independencia de Venezuela y de toda América ocupada por España.
Posteriormente, la nueva idea de nación se afirma a lo largo del siglo XIX, y hoy en día se va estableciendo poco a poco por todas partes, menos en las monarquías de España, Bélgica o algunos pequeños Estados, como Liechtenstein, paraísos fiscales y monarquías residuales teocráticas, como las que se dicen árabes u otras hereditarias. Otras países han tenido que atravesar en el pasado períodos históricos como el feudalismo, la esclavitud, los reyezuelos y diversos tipos de monarquías hereditarias o gobiernos piramidales que sucumbieron en poco al desaparecer la cabeza, como sucedió en Méjico y en el Perú, tras la conquista española en el siglo XVI. Pero el caso nuestro es diferente por eso debemos analizarlo profundamente en diversos artículos si es necesario y en base a lo que para nosotros será nuestra Carta Magna, nuestra primera y única Constitución Republicana. Los guanches, al contrario que los incas y los aztecas en América, por ejemplo, resistieron un siglo al ataque de los monarcas castellanos y españoles, porque eran una sociedad libre y sin esclavos y porque tenían instituciones basadas en el pueblo, con sus "Tagoror", su especie de senado en Gáldar, en isla de Gran Canaria, llamado sabor, y por el tipo de elección de sus dirigentes.
Antonio Cubillo Ferreira
Presidente del Congreso Nacional de Canarias,
brazo político del MPAIAC.
miércoles, 28 de enero de 2009
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