lunes, 12 de julio de 2010

Evitar errores para la independencia


No hay duda de que pronto la España colonial tendrá que retirarse de esta colonia de Canarias. Es la marcha de la historia y, más tarde o más temprano, tendrá que aceptar esta situación, lo mismo que también tendrá que retirarse de los territorios que ocupa en Marruecos, aunque le pese. Claro que en la solución de este contencioso tienen que intervenir diversos factores, siendo el primero la presión que debemos hacer los independentistas en todos los aspectos y métodos de lucha pacífica, pero concreta, por nuestra parte, para reivindicar nuestros justos y legítimos derechos nacionales, sin dejarnos engañar por las maquiavélicas maniobras de Madrid y sus esbirros autonomistas ultraperiféricos.
Por ello, desde nuestro partido, el Congreso Nacional de Canarias (CNC), hemos insistido varias veces en que los socialistas serios canarios, los republicanos, los liberales, los radicales republicanos, la izquierda canaria, los cristianos demócratas, e incluso la derecha económica canaria, se organicen en partidos nacionales canarios, con la condición fundamental de que acepten la independencia de esta colonia africana, que no tengan relación o estén sometidos a ninguna central de partidos españoles europeos y que acepten el principio de que Canarias se constituya en el futuro en una República Federal, laica y social, fuera de todo pacto militar extranjero, aceptando el principio de neutralidad positiva, libre de bases extranjeras o pactos militares y formando parte del continente africano y de la organización de la Unidad Africana.
Precisamente, el CNC, hace años, publicó en este periódico digital y en el periódico independiente El Día, el Anteproyecto de Constitución que fue publicado durante seis meses -sep. 2007/marzo 2008-, que puede servir de base para llegar, antes de la próxima independencia, a un pacto nacional, pues debemos evitar los errores que se han cometido en nuestro continente hace 50 años, fecha en que se alcanzaron las primeras independencias. El ejemplo más evidente fue la independencia del Congo belga y el desastre que siguió al asesinato del primer líder de la revolución, Patricio Lumumba, por el colonialismo belga y sus esbirros en su ex colonia. Los colonialistas belgas no podían dejar vivir a un líder africano que denunciaba a la opinión pública internacional los crímenes que había cometido en el Congo la monarquía belga. Para ello se valieron de políticos congoleses a su servicio, como Kasabubu, Tchombé y después el militar Mobutu, que acabaron vendiendo el Congo a las multinacionales y potencias extranjeras. También el colonialismo portugués, antes de abandonar sus colonias, había asesinado a sus mejores líderes: Eduardo Mondlane, de Mozambique, y Amilcar Cabral, del PAIGC. Precisamente, el asesinato de Cabral fue organizado por los fascistas portugueses, y especialmente por el general Spínola, que quería por encima de todo que el PAIGC abandonara la idea de una República conjunta de Guinea y Cabo Verde. Cabral sabía que Portugal y la OTAN harían todo lo posible para separar el archipiélago del contexto africano, pues era fundamental para el colonialismo portugués y para la OTAN, sobre todo, debido a la importancia del aeropuerto de la Isla de Sal, en Cabo Verde, que unía la línea de África del Sur con Europa y los cables submarinos internacionales de comunicaciones. Los que estuvimos en el entierro de Amílcar, en 1973, y después en el juicio contra los militantes guineanos traidores que habían colaborado en su asesinato, en Conakry, teledirigidos por el general fascista Spínola, comprendimos la importancia de Cabo Verde en el contexto de la lucha de liberación africana y preveíamos los peligros que se iban a presentar para mantener la unión de estos dos territorios dentro de la OUA, es decir, dentro de la política africana. Años después, cuando en Guinea Bissau se sucedieron los golpes de Estado y maniobras oponiendo a los grupos tribales más importantes (Balanta, Fulani, Mandinga, Pepel) y divisiones del PAIGC, sabíamos que en el fondo se buscaba la división del territorio y la creación de la República de Cabo Verde, separada de Guinea Bissau, para mejor controlarla y para que cayera poco a poco dentro de los planes del imperialismo internacional, de la OTAN y de Europa. Por desgracia, en los momentos actuales, el Gobierno de Cabo Verde ha olvidado el combate revolucionario de Amílcar Cabral y sus sueños políticos unitarios, así como lo que significó el PAIGC, en el combate por la liberación de nuestro continente. En estos momentos, bajo la presión de las multinacionales que se están instalando en este archipiélago africano y de las empresas españolas sobre todo, está participando en una maniobra internacional reaccionaria para favorecer el imperialismo y los planes de la OTAN, así como de la Unión Europea, para crear una operación fantasma de creación de una llamada Unión de las Islas Macaronésicas. Dentro de este plan se encuentran los presidentes de los gobiernos españoles y portugueses, Rodríguez Zapatero y Aníbal Cavaco Silva, contando con la colaboración de los políticos portugueses obedientes de los archipiélagos portugueses de Azores y Madeira y con la colaboración del grupo autonomista canario, Coalición Canaria, y su actual presidente, Paulino Rivero, al servicio de España y de Europa en esta maniobra colonialista.
El responsable de política exterior en sus relaciones con África del gobierno autónomo canario, Pablo Martín Carbajal, en unas declaraciones a un periódico local en Tenerife dijo a este respecto: "Los contactos se han intensificado en los últimos meses. La propuesta es por ahora sólo un concepto, una ilusión. Hay que definirla, pero ha avanzado más que nunca y nos parece interesantísima". Su colega Elsa Casas añade que Cabo Verde se ha implicado tanto porque ha visto en la Unión de Islas Macaronésicas una oportunidad para entrar en la Unión Europea. Casas recordó que el mismo Paulino Rivero ha comentado en varias ocasiones su respaldo a una integración mucho más estrecha. Ha defendido esta solución en los diferentes encuentros que se han puesto sobre la mesa durante su presidencia de las RUP.
Todo esto es una maniobra que se está fraguando y que va contra los intereses del continente africano y contra la liberación de Canarias. La ministra de Hacienda de Cabo Verde, Cristina Duarte, con anterioridad vicepresidenta del Citibank en Angola, favorece toda esta política de apertura a las multinacionales, a la multiplicación de empresas de servicios, entre otras algunas empresas canarias que quieren controlar el sector turismo, con la permanente afluencia de cientos de millones de dólares en concepto de préstamos y ayuda al desarrollo y contra la pobreza, liberados por la Unión Europea, Estados Unidos y los organismos multilaterales de asistencia financiera, que imponen sus draconianas condiciones, como se puede suponer. El abandono de los principios de independencia de este país africano hace que el actual gobierno caboverdino haya llegado a especular con el ingreso algún día en la UE y están considerando la posibilidad de adoptar el euro como moneda oficial del país, con las consecuencias que se pueden suponer sobre el control de este país por los países y multinacionales europeas. Este fue uno de los asuntos abordados durante la II Reunión de Alto Nivel Canarias-Cabo Verde, celebrada en Praia. En cierta prensa digital que recoge esta reunión se dice: "En este sentido, el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, se felicitó por los resultados de la II Reunión de Alto Nivel, en tanto confirma la consolidación de las relaciones con Cabo Verde, que pueden proyectarse a la Unión Europea a través de las Regiones Ultraperiféricas (RUP)".
Creo que es necesario que la opinión pública canaria esté al corriente de todos estos manejos y sus consecuencias para la causa de nuestra independencia nacional. La España colonial no descansa y está dispuesta a todo por no perder Canarias, valiéndose para ello de colaboradores, como ha sucedido en todas las ex colonias, con las consecuencias graves para el futuro de estas naciones. Francia no se quedó atrás en estos crímenes, y el ejemplo más claro fue lo que hicieron con el Camerún, liquidando físicamente a casi todos los combatientes de la Unión del Pueblo de Camerún, con la ayuda del ejército francés, sin que olvidemos los desastres que dejaron en Ruanda, Burundi y Uganda franceses, belgas e ingleses.
No cabe duda de que la monarquía española ha tomado recortes de estos manejos coloniales y que no dejará tan fácilmente esta colonia, aunque lo exijan las Naciones Unidas. Ya está buscando Madrid por todas partes grupos canarios enemigos de nuestras libertades, aventureros sin pedigrí de independentistas y políticos que se han aprovechado de todas las situaciones para mantener su influencia, directa o indirecta, sobre Canarias. Pero nosotros tenemos confianza en la gente de nuestro pueblo, de diferentes tendencias políticas, pero que ve posible un futuro libre e independiente en una futura democracia republicana federal. Por ello, nos gustaría que se organizasen rápidamente estos partidos políticos serios que preconizamos con ramificaciones en todas las Islas, los cuales podrán en su día jugar el papel que les corresponda en nuestra República Federal y en nuestra Asamblea Nacional Legislativa. Cuanta más fuerza tengan estos partidos serios consolidados, mejor para nuestra causa nacional, y así podremos desplazar a esos partidos españoles que imperan en Canarias ahora y que son apéndices de sus centrales de Madrid, así como a los autonomistas ultraperiféricos europeístas.
Precisamente, la IV Comisión de las Naciones Unidas y la Secretaría de la Unión Africana verán con sumo interés el surgir de estos partidos de todas las tendencias políticas, pero como partidos independientes que apoyan la independencia nacional y que no dependen de la España colonial. Estos partidos, en acuerdo con el Congreso Nacional de Canarias, brazo político del MPAIAC, y otros partidos independentistas serios y organizados, podrán desde ahora convertir este Anteproyecto, que ha sido publicado en su día a través de este periódico independiente y enviado a las organizaciones internacionales, en el Proyecto de Constitución de la República Federal, que una vez aprobado y publicado será presentado de nuevo a los organismos internacionales citados y la España monárquica colonial tendrá que tenerlo en cuenta si quiere irse de aquí por la vía pacífica -cosa que dudamos-, que es lo mejor para defender sus futuros intereses en Canarias y en el continente africano, con una nueva política anticolonial y moderna, adaptable al siglo XXI y dejando de lado su vieja política colonial y medieval del siglo XVI, de cuando la vergonzosa conquista de Canarias y el tráfico de esclavos de nuestros antepasados.
Sabemos que los políticos enchufados que han vivido del cuento en partidos españoles o autonomistas se van a oponer, pues temen perder sus prebendas y negocios, pero la historia siempre va hacia adelante y no hacia atrás y deben saber que, manteniéndose en sus actuales posiciones colonialistas y de colaboración con la monarquía española, en su día, el pueblo los meterá de lado y despreciará y no podrán intervenir en la construcción de nuestra República Federal.


Antonio Cubillo Ferreira
Presidente del CNC, brazo político del Movimiento de Liberación Nacional de Canarias, el MPAIAC
Publicado en el periódico El Día del 10-07-2010

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