Toda bandera es un símbolo que representa un pueblo y con la cual se siente identificada la gente del país que la enarbola. Representa lo más profundo de dicho pueblo y surge por lo general de los momentos históricos de la lucha de cada nación y es la base de a simbología de un país o del momento revolucionario en que fue creada.
Hay otras banderas que solo son los símbolos de una casa real, de una monarquía o de una imposición a un pueblo, que tienen una base animal, zoomorfa, con un águila o un león o como la española donde el rojo es símbolo de la sangre derramada en la busca del oro, y que se han querido imponer por la fuerza en metrópolis y territorios sometidos. Son banderas que están influenciadas por un zoomorfismo animal tierra a tierra y que nunca alcanzan el simbolismo superior humanista.
Sin embargo la actual bandera nacional canaria, por la cual han muerto varios patriotas y otros han sufrido prisión y torturas, ha alcanzado el estadio superior de la simbología de un pueblo, puesto que surge y nace en la lucha y por la lucha de un movimiento de liberación nacional de Canarias, el MPAIAC (Movimiento por la Autodeterminación y la Independencia del Archipiélago Canario ), para convertirse en la bandera símbolo de un pueblo y de una nación en construcción, por méritos propios. Y esto quien más lo saben, son nuestros enemigos, que han intentado siempre destruirla.
Toda nuestra bandera nacional, la tricolor de las Siete estrellas verdes, es un cúmulo de simbología humanista que hace que en pocos años, se haya impuesto dentro y fuera de Canarias y que en el mundo entero se la conozca como la bandera de la dignidad y de la independencia del Pueblo Canario. Últimamente la han visto pasear en los estadios de futbol más importantes del mundo, en Africa del Sur, en el Mundial y en Londres, en la gran final ganada por el fútbol Catalán frente al europeo, y en las calles de Barcelona enarbolada por un futbolista tinerfeño haciendo Patria y en Canarias en todos los estadios y en las manifestaciones patrióticas en las islas como últimamente en el barranco de Asentejo, donde cayó derrotado en 1494, el ejército español que vino a conquistar la isla de Chinet. Pero es que nuestra bandera lo dice todo en si misma y el pueblo la siente, la respeta y se siente representado por ella, por su simbología y sus números y la harmonía de la misma. Cada vez que un patriota Canario ve esta bandera, la ve con emoción y como la abstracción de una entelequia que llamamos patria y nación, es decir, una reunión de valores concretos en plena harmonía, que tendemos los independentistas a hacer realidad con nuestra lucha diaria.
Cuando vemos las discusiones, los pactos y arreglos de los que defienden la bandera de los perros en estos días de junio del 2011, tras ese montaje de elecciones españolas que acaba de terminar, comprendemos como el pueblo patriota se vuelve hacia nuestra bandera nacional, porque su facultad intelectiva psíquica necesita algo que represente la harmonía, el equilibrio y la tranquilidad, la inteligencia de un corazón que se siente esclavizado y sometido desde hace seis siglos. El pueblo es inteligente y su sentido de síntesis lo lleva a lo simbólico que representa nuestra bandera, símbolo-síntesis, semilla de la futura nación.
En la franja central, se hallan las siete islas en forma de estrellas, en el centro de la bandera única, donde están en circunferencia, las siete estrellas verdes de cinco puntas, que nos dice que las siete islas son todas iguales en tamaño y responsabilidad y están en plena harmonía, ya que todas son iguales como los Canarios ante la ley de nuestra futura constitución. La circunferencia representa y es en si además, una esfera harmónica y en su interior se halla el triángulo blanco, azul celeste y oro en cuyo centro está la pirámide del Teyde, Atis Tirma, cuya base es el cuadrilátero sagrado, verde, amarillo, blanco y celeste, produciendo con su punta, al rozar contra el interior de la esfera en continuo movimiento y con los cuatro puntos del cuadrado base, la enorme energía atómica y cósmica, que da vida a nuestra gente y a nuestra madre tierra.
El blanco es el símbolo del agua, primera franja de la bandera y base fundamental de la vida, el azul celeste el color del cielo en el centro y el amarillo, es el símbolo del sol la franja que entra en el viento, que da la vida a nuestra tierra una vez humedecida, o sea, agua, cielo, sol, es la vida de nuestra tierra. Y en el cielo central, están las siete estrellas iguales, las siete islas en harmonía que se reflejan en el mar, en ese círculo sagrado trazado con un compás cuyo punto de apoyo está en la alto del volcán Teyde o el Echeyde, esas estrellas de cinco puntas, que son como cinco dedos de las manos entrelazadas que un día formarán un puño para golpear a los enemigos de la república federal, laica y social: Uno, tres, cuatro, cinco y siete.
Esta energía de la bandera, desde que empezó a actuar el 22 de octubre de 1964, fecha de la creación de la bandera en tierra africana, se expandió inmediatamente, a través de ondas y formas luminosas, al enarbolarla los militantes patriotas por todas partes en las siete islas y fuera de ellas. Dicha energía que tiende al infinito, ha ido dando forma a la materialización de nuestros ideales y a la concretización de nuestros principios. Ahora bien, para que nazca la nación y la república, tenemos que evitar la dispersión de esa energía y concentrarla en una unidad absoluta, un rayo concentrado en un solo punto en estos momentos históricos, con una sola consigna de lucha: Descolonización e Independencia.
Los enemigos saben, que si llega a darse esta unificación y concentrar toda la energía de este rayo en un solo punto, le producirá un verdadero cáncer destructor, por lo que están desarrollando y fabricando los elementos y grupos necesarios de dispersión, para evitar ser quemado por la gran energía vital del rayo único que representa la recuperación de nuestros justos y legítimos derechos nacionales, que nos corresponden en tanto que pueblo y futura nación. Por eso han fabricado en esa especie de parlamento autónomo, una bandera animal zoomorfa con dos perros domesticados lamiendo una corona monárquica que nadie enarbola y la tienen en dicho parlamento como un pendejo triste y lacio, un trapo con sus dos perros bien domesticados y castrados, al lado de la bandera de la monarquía española.
Los autonomistas y españolistas de extracción zoomorfista, que fabricaron en ese parlamento, la bandera de los perros lamiendo la corona española, en esto de la bandera, se han quedado a la altura de los animales, aunque algunos enarbolan por oportunismo, la bandera de las siete estrellas en sus mítines, para ganar votos, pero no saben enarbolarla ni ponen pasión en la misma, porque que saben que desde Madrid, le pueden llamar la atención. Por eso han hecho una policía que llevan en un escudo en los hombros, los dos perros lamiendo la corona, para que sepan que actuaran como dice este escudo, lo que ha hecho que el pueblo los conozca y les huya y deteste. Esos son los errores de los dirigentes de Coalición Canaria y su Aula Paulina, que no pueden dejar la parte animal y rastrera de esa bandera del parlamento, para elevarse al simbolismo permanente de los estrellas en el cielo. Por eso atacan a los órganos de expresión como el periódico independiente del archipiélago, ´El Día ¨, que sacan continuamente la bandera nacional en sus páginas y habla y defiende la independencia de esta colonia africana, por lo cual Madrid le ha condenado, a su empresa, a su director y todos los trabajadores del periódico ¨El Día ¨, y aplica y ejecuta la sentencia, sus esbirros de los perros en Canarias comandados por su jefe alcalde presidente, que hace todo lo posible para eternizarse en el poder.
Conocíamos las maniobras de los autonomistas y de los españolistas de esta mascarada de parlamento, pues un nefasto día, llegaron al colmo de la degradación, reuniendo el parlamento expresamente, para condenar a la unanimidad, a un órgano de prensa como es ¨El Día ¨ y a su línea editorial. Creo que en el mundo solo se ha dado este caso, aunque ahora, han logrado llevar a efecto otro disparate y es prohibir la voz de la empresa, negándole la licencia de radio, como es ¨Radio El Día¨- la más escuchada de las islas-, para acallarla siguiendo órdenes de Madrid y si pudieran confiscaban la empresa, para convertirla en órgano oficial del parlamento y de C.C., como un día hicieron ya, cuando en la dictadura del general Franco, se la incautaron ilegalmente a su director fundador y propietario, Don Leoncio Rodríguez, cuyo periódico se llamaba entonces, ¨La Prensa ¨, y le cambiaron el nombre para ponerle el nombre de ¨El Día ¨ y el símbolo del cangrejo y publicarlo, como órgano oficial del Movimiento de Falange, con directores y mandos venidos de España, hasta la muerte de Franco.
Acallando ¨Radio El Día ¨, siguiendo órdenes de Don Paulino, se autoriza a radios como 7.7, de un conocido godo, enemigo acérrimo de nuestras libertades e independencia, con 32 frecuencias, para que inunde con sus discursos reaccionarios y anti independentistas, todas las islas así como otras ondas que coadyuven con la radio autonómica, que nadie escucha, - por ser muy mala-, a ver si pueden lavarle el cerebro a los escuchantes, siguiendo órdenes de Madrid.
Y para terminar, a los patriotas, ante tanto desatino y disparates, nos queda la esperanza y la harmonía sagrada de otro futuro nacional representado por los símbolos de nuestra bandera de las Siete Estrellas Verdes.
Fdo.: Antonio Cubillo, presidente del partido independentista, el Congreso Nacional de Canarias (CNC), brazo político del Movimiento de Liberación Africano de Canarias, el MPAIAC.
Cnc@elguanche.net
cubilloantonio@hotmail.com
miércoles, 15 de junio de 2011
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