El dictador beduino de Libia, Maamer El Khadafi, está ya en las últimas combatiendo solo con sus mercenarios extranjeros pagados con miles de dólares por día, traídos de Nigeria, Tchad, Sudán y de otras zonas de guerra del centro de África. Las grandes tribus libias, como los Warfala de Benghazi o los Zuwaya, lo han abandonado y no le queda sino el apoyo de su tribu, los Khadafa, beduinos árabes que tienen bien rellenos sus bolsillos por los miles de millones del petróleo que han robado al pueblo libio. Tiene, además, en contra a todas las tribus tuaregs del desierto, que no hablan árabe, sino el tamazight, y que siempre los ha considerado como libios de segunda categoría, cuando los verdaderos libios son los descendientes de la gran tribu milenaria de los Libu, que dieron nombre al país y que sus descendientes forman parte de la gran Tamazgha.
La tribu del todavía coronel son tribus árabes beduinas que llegaron con la invasión del siglo XII de los Beni Hillal y los Beni Hassania, que impusieron el Islam a base de la espada y obligaron a pagar tributo a las otras tribus africanas que escribían y aún escriben en tifinagh, como los guanches de Canarias, y hablan aún estos imazighen el tamazight. Son estas tribus autóctonas los verdaderos representantes de la nación libia y a quienes debería llegar la plusvalía y las riquezas del petróleo, y no para gastárselas en comprar armas sofisticadas a los países europeos que después sirven asesinar a su propio pueblo como en su día hizo en Cambodge el odiado régimen de Pol Pot. Ha llegado a tales extremos el coronel libio, que un grupo de cincuenta líderes musulmanes sunís libios han proclamado, el día 20 de este mes, una "fetwa", que tiene poder de ley en la tradición árabe-islámica, según la cual "es deber de todos los musulmanes rebelarse contra el régimen libio y pedir la liberación de todos los prisioneros políticos". Este tipo de excomunión u ordenanza religiosa se suele hacer contra los regímenes impíos o ateos, pero es la primera vez que se lanza contra un régimen musulmán por parte de los religiosos de este país. La Unión de los Ulemas de Libia, que reagrupa a cincuenta especialistas conocidos, ha proclamado "que el régimen de El Khadafi ha demostrado una total infidelidad hacia los preceptos de Dios y de su amado profeta. En consecuencia, los líderes musulmanes exhortan a sus fieles a proclamar la yihad contra el régimen de Mouamar El Khadafi". Este comportamiento de la autoridad religiosa en estos países tiene un peso muy importante, cosa que ignoran muchos de los analistas que estos días están saliendo a estudiar la situación revolucionaria que ha surgido en Libia y no comprenden nada de ese país, el cual fue la primera nación excolonia italiana, al declarar la independencia en 1951.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Libia estaba ocupada por la Italia de Mussolini y fue colonia italiana de 1911 a 1943. Durante la guerra fue el escenario de las grandes batallas del ejército alemán mandado por el general Rommel, que combatió a los aliados junto con los italianos de Mussolini, contra el general inglés Montgomery, que al final, en 1943, los derrotó y las tropas del Eje tuvieron que retirarse a Europa. Durante la guerra, los ingleses fueron ayudados por la tribu de los Sanusi, de origen argelino-libio, y el emir de Cirenáica, Sidi Idris, el cual proclama la independencia en 1951 en una monarquía, con el nombre de Idris I. Durante la guerra de la independencia de Argelia, la monarquía libia ayudó enormemente la revolución argelina y por la frontera libia con Argelia entraba cantidad enorme de armamento para el FLN. En 1959 se descubre el petróleo y el gobierno del rey Idris empieza su explotación. El 1º de septiembre de 1969, aprovechando que el rey Idris se encontraba en Turquía en una cura, el ala izquierda del ejército monárquico se constituye en un Consejo Militar Revolucionario, presidido por un desconocido oficial, el coronel Gadafi, y da un golpe de Estado y proclama la república.
Sería muy largo de explicar la evolución del régimen libio con sus altibajos, su arabismo y su falso africanismo, que merece un capítulo aparte. Hubo un tiempo en que apoyó las luchas de liberación africanas e incluso la nuestra, en las reuniones de la OUA en Trípoli, en 1978, y en otras ocasiones, e incluso el MPAIAC estuvo en Trípoli, en 1986, indignado por el ataque que sufrió Trípoli por la aviación USA, en el que murió una hija adoptiva de El Khadafi, pero eso no quita que denunciemos a este dirigente cuando ataca a su propio pueblo con aviones y morteros. En eso ningún africano puede callarse y menos un partido independentista. Que queden las cosas claras.
Pero la realidad es que en este pasado año el régimen libio, que en su tiempo fue odiado por los países capitalistas, había basculado al lado contrario y había sido recibido por ellos con genuflexiones y abrazos. Con unas reservas estimadas en 42 billones de barriles de petróleo (95% de sus exportaciones), es uno de los principales países productores de África. Los países europeos se han introducido en Libia con sus inversiones, como la italiana ENI, la francesa TOTAL, la británica BP o la española REPSOL. También tiene Libia inmensas reservas de gas; la británica-neerlandesa SHELL y la británica BP son los principales inversores. De paria de Occidente, el régimen libio del coronel se convirtió en un gran amigo. La fortuna personal del clan Khadafi se considera una de las más grandes del mundo, detrás de Ben Ali y Moubarak, mientras el pueblo libio vive en malas condiciones de vida, y esta es una de las causas por las que se ha levantado y movilizado, saliendo a la calle como han hecho sus hermanos tunecinos y egipcios, cosa que el clan de la tribu beduina de las Khadafa no ha comprendido.
En tanto que africano, me avergüenzo de lo que está pasando en el país hermano de Libia, que lleva ya más de tres mil muertos y miles de heridos, asesinados por las bandas armadas de mercenarios por este dirigente beduino y por la phalange fascista de la Mathaba, que está atacando a pacíficos ciudadanos desarmados que se manifiestan en las calles hartos ya de un dictador surgido de un golpe de Estado y que formó a base de millones a los dictadores del Gabón, Omar Bongo, y de Uganda, Idi Amin, los cuales se convirtieron al Islam pagados por Kadafi y han llenado de vergüenza a nuestro continente.
En su último discurso del jueves se dedicó a llamar a las juventudes del pueblo que se han levantado; los trató de locos, de cucarachas, de drogados, de débiles, cuyos cerebros están lavados por Al Quaida, a ver si con ese lenguaje los países europeos que le apoyan, Francia, España e Italia, lo secundan en su locura de atacar y bombardear a su propio pueblo. Lo que han dicho cientos de testigos que están saliendo de este infierno es que "aviones y helicópteros militares están bombardeando los barrios populares, mientras los mercenarios contratados atacan a los civiles en las ciudades que aún controla a base de tiros de mortero y ametralladoras pesadas. Las cifras más verdaderas de los médicos de los hospitales hablan de más de tres mil muertos y el número de heridos es incalculable, y todo esto ante la pasividad de los países europeos que han sido sus grandes clientes, Italia, España, Inglaterra y Alemania.
El presidente del gobierno colonialista español Rodríguez Zapatero está muy preocupado con lo que está pasando en África del Norte, pues había concebido la idea, muy española, de una Alianza de Civilizaciones y llevaba mucho tiempo en conversaciones y contactos con el dictador tunecino Ben Ali, con el egipcio Moubarak y con el libio Khadafi. Ya en su tiempo explicaremos cuál fue el papel de Khadafi en la destrucción de la Organización de la Unidad Africana, para convertirla en la presente Unidad Africana y, sobre todo, acabar con el Comité de Liberación Africano establecido en Tanzania, para así beneficiar a las dos últimas potencias coloniales europeas, España y Francia, y que no se hablara de las colonias españolas, Islas Canarias y la isla de la Reunión y Mayotte de Francia.
La realidad es que el dictador libio, que hace cuarenta y dos años reina y gobierna en Libia, ha dejado de ser un político africano progresista; con su comportamiento antipopular está ahora en las últimas, y sus hijos y algunos de los que aún lo rodean están preparando las maletas para sacar la inmensa fortuna que tienen los Khadafi. No sabemos dónde van a irse, porque sus protegidos Omar Bongo e Idi Amin han pasado a la otra vida, a no ser que acaben en alguna república americana, donde le han surgido últimamente amigos.
Nuestro partido independentista, el Congreso Nacional de Canarias (CNC), sigue muy de cerca toda esta revolución popular que está surgiendo en nuestro continente y se ha ido extendiendo a todos los países árabes, y esperemos que pronto el pueblo libio acabe con este Pol Pot de nuevo cuño, antiguo líder de izquierda que se dedica a asesinar a su propio pueblo.
Precisamente, fue en Trípoli, en 1964, donde el periódico Libyen News, que se publicaba en inglés y en tifinagh, publicó el primer artículo de prensa en el mundo que hablaba de la independencia de Canarias y de su nuevo movimiento de liberación, el MPAIAC. En 1969, el régimen del coronel El Khadafi nacionalizó este periódico a sus propietarios libios y argelinos, porque escribía en tifinagh y sobre los libios berberes imazighen y de la cultura de la gran Tamazgha, por lo que esperamos que después de la próxima liberación vuelva a publicarse en Trípoli y devuelto a sus propietarios.
Esperamos que el valiente pueblo libio recupere sus justos y legítimos derechos y acabe pronto con la familia de El Khadafi, que tan mal ejemplo está dando a nuestro continente con sus crímenes contra su propio pueblo.
Antonio Cubillo Ferreira. Presidente del CNC, brazo político del Movimiento de Liberación Africano, el MPAIAC
Publicado en el periódico El Día, sección Canarias, 26-02-2011
viernes, 18 de marzo de 2011
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