El colonialismo español está perdiendo puntos en todos los campos y eso se ve todos los días en Canarias. Hasta hace unos años, prensa, radio y TV estaban controlados y pocos intentaban oponerse a las directivas culturales, económicas y políticas de la metrópoli. Lejos ya el tiempo de los años 75 a 78, en que se oía en las noches "La Voz de Canarias Libre", trasmitiendo desde Argel, que fue el despertar de este pueblo y las gloriosas luchas de aquellos años, que sacaron a Canarias del olvido secular a una vieja colonia, para formar parte de la historia moderna de los pueblos. Hoy en día, la idea-fuerza que surgió un 22 de octubre de 1964 se ha abierto camino y el colonialismo no sabe ya cómo dominarla. Periódicos independientes tan importantes como EL DÍA, de Tenerife, y su empresa, defienden la causa, la idea-fuerza surgida hace 44 años y brotan pequeñas radios y otros órganos de información independientes que apoyan la nueva idea-fuerza de la nación futura y de cómo alcanzar la soberanía que ya está en boca de todos, como la bandera de las siete estrellas es ya la bandera nacional.
Madrid está muy inquieto pues sabe ya que la prensa y radio españolas editada en las Islas no tiene la influencia de antes, a pesar del dinero que derrama a manos llenas a corruptos periodistas españoles establecidos en la colonia. Por eso está recurriendo a volver a intentar engañar a nuestro pueblo con el viejo truco de enviar hombres y mujeres de la cultura española, o la llamada occidental, a organizar charlas y congresos para ensalzar la cultura española. También se nos envían economistas y políticos españoles o europeos para convencernos de lo inútil que sería una independencia, que ello sería una regresión; que de qué iríamos a vivir; que el euro es la mejor moneda del mundo y que perderíamos una supuesta cultura, como si la cultura universal fuera una creación de la metrópoli que nos conquistó y esclavizó. Claro que en esta labor está ayudada la metrópoli por ciertos intelectuales canarios que han comprado, sobornado y otorgado diplomas y que están a las órdenes de la burguesía colonialista y que por su comportamiento antipatriótico saben que en el futuro de esta nación no tendrán una plaza. Por ello, estos colaboradores se alinean con los enviados que manda España en el vano intento de acabar con la idea-fuerza de nuestra soberanía republicana federal. La España monárquica y colonial envía a estos colaboradores, muy bien pagados, para que contacten a las élites de la burguesía canaria o de partidos nacionalistas autonomistas, no independentistas, que quieran colaborar en este último intento cultural de reconquista espiritual de la colonia.
Sin embargo, creemos que llegan tarde porque la máxima aspiración de nuestro pueblo es la libertad, la soberanía y convertir a este archipiélago en un país independiente, en una palabra, en la República Federal Canaria, con sede en las Naciones Unidas. El universo colonial se está desplomando y en estos momentos de crisis mundial ya estamos tomando conciencia de que debemos construir uno nuevo, una nación para poder tener futuro. Nuestro pueblo colonizado ha descubierto su propia vida y lo que quiere es sustituir a los colonizadores y sus estructuras por nuestra gente, pues ya no nos creemos el cuento del espejito para los indígenas ni lo de que la cultura la inventaron los colonialistas castellanos y que nosotros no podemos navegar solos.
El viejo discurso que la España monárquica y colonial nos ha trasmitido a través de sus universidades, institutos y colegios controlados es que, si rompíamos con la patria colonizadora, nos hundiríamos en la miseria y volveríamos a la prehistoria, pues el colonizador trajo la cultura, y la cultura no es universal sino que es europea, pero ante todo española, y fuera de estos esquemas no existe cultura y seríamos incapaces de progresar. El intelectual colonizado tenía que aceptar estas condiciones o ser excluido de la intelectualidad isleña apoyada por España. A los escritores y artistas canarios se les sabotea o se les excluye, e incluso a los clérigos canarios que han tomado conciencia de patria se les molesta. La prensa y radios españolas en Canarias publican todo lo que venga de canarios españolizados con tal que vaya contra las ideas independentistas. Esto pasó en todas las colonias de España, pero un día las elites independentistas y el pueblo comprendieron la falsedad de este planteamiento y se rebelaron para conquistar su soberanía. Los gobiernos españoles saben que si se les da un poco de libertad a los órganos de difusión en las colonias la independencia se acelera, y tienen la experiencia de todas las colonias que tuvieron en América y Filipinas. El gobierno español sabe que los periódicos que se les escapen de las manos son un peligro que hay que liquidar por todos los medios. Hay que convencer a la opinión pública canaria de que: "aquí quien manda somos nosotros, así que tengan cuidado, que si no... acuérdense lo que hicimos con los guanches de los bandos de guerra".
Ahora, este proceso de rebelión está surgiendo en Canarias y nadie podrá detenerlo, puesto que es una idea-fuerza, de esas que han movido los pueblos en la historia. Hasta hace pocos años, el colonizado canario se creía culpable de su situación, convencido de su inferioridad, dominado, aunque sabiendo que somos descendientes de un pueblo bravo que nunca se dejó domesticar, sino colonizar por las armas y que espera la hora de liberarse de los conquistadores. Traidores como Fernando Guanarteme no son un ejemplo para nadie en Canarias, aunque Madrid piense hacerle un homenaje para ejemplo. Los ejemplos, por el contrario, son Tanausú, Doramas, Hupalupa, Tinguaro, Benkomo o cuantos canarios y sus descendientes han caído o vencido luchando contra el colonialismo y por la libertad. La cosa está tan grave para Madrid que han pedido el apoyo de los partidos políticos españoles con sucursales en Canarias, PP y PSOE, para que colaboren en esta lucha para salvar el colonialismo español, los cuales están poniendo toda la carne en el asador. En estos días han hablado horas y días de su Constitución, pues saben que en las Islas circula entre las gentes un Anteproyecto de Constitución de la República Federal Canaria, que tiene más peso y categoría que la de los españoles y que representa un futuro para Canarias, y si a eso se añade que las Naciones Unidas, pacíficamente, están porque el año 2010 sea el año final de la descolonización y de la libertad de todas las colonias del mundo, pues Madrid no sabe ya qué hacer para no perder la última colonia de España en África.
Que nuestro brindis este fin de año sea "¡el año que viene la independencia!".
Antonio Cubillo Ferreira
Presidente del Congreso Nacional de Canarias (CNC),
brazo político del MPAIAC.
domingo, 14 de diciembre de 2008
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