El 5 de abril de 2008 se cumplen 30 años de un atentado contra el pueblo canario, el intento de asesinato por parte del Estado Español al líder independentista del MPAIAC, Antonio Cubillo, es parte de una maniobra maquiavélica para impedir que el anteriormente citado viajara el 10 de abril a Nueva York. En febrero de 1978 el MPAIAC se desplaza a Trípoli, a la Conferencia de Ministros de Asuntos Exteriores y plantea el caso, a través de su Secretario General, Antonio Cubillo. Dicha Conferencia decide a finales de febrero, concretamente el día 27, que el Secretario de la OUA en aquel momento, el camerunés Mr. Eteki, en compañía del Sr. Cubillo, deberían desplazarse juntos a Nueva York, y presentar el caso de Canarias ante el Comité de los 24 para ser sometido enseguida a la Asamblea Nacional de las Naciones Unidas, para que le fijara a España un calendario de descolonización. Puesto a votación, la delegación marroquí se opuso, la mauritana se abstuvo, y todas las otras 50 delegaciones votaron a favor del MPAIAC.
La firme posición de la OUA (Organización de la Unidad Africana) a favor de la descolonización de Canarias puso en marcha el funcionamiento del aparato represivo del Estado Colonial. En la víspera de la reunión había llegado a Trípoli una delegación especial del gobierno español, dirigida ocultamente por D. Juan de Borbón, padre del actual rey Juan Carlos I, que venían a ofrecer al gobierno libio, un buque nuevo salido de los astilleros, el Toledo, cosa que el gobierno libio rechazó, pero durante la reunión, se dedicó a buque hotel para las delegaciones africanas. D. Juan de Borbón personalmente, presentó un expediente contra las pretensiones del MPAIAC e hizo lo imposible para contactar a las delegaciones africanas, recurriendo a todo lo posible para defender la españolidad de Canarias y atacar personalmente al Secretario General del MPAIAC.
A partir de este momento varias fueron las apuestas para frenar al MPAIAC, entre otras actuaciones; el gobierno español presidido por Adolfo Suárez, reúne a las Cortes en sesión especial para condenar a la OUA. El mismo gobierno español y en sesión secreta estudia las medidas a tomar contra el MPAIAC. Se propone el asesinato selectivo. Todos los ministros menos uno, por cuestión de conciencia, votan a favor, y se encarga al ministro Rodolfo Martín Villa de llevar a cabo el plan y contratar mercenarios urgentemente. Martín Villa había solicitado, en diciembre del 77, ayuda al gobierno alemán del Sr. E. Khol, para vigilar al MPAIAC y colaborar en su vigilancia de Canarias y Argelia. Con el gobierno de la UCD, se establecen planes conjuntos a partir de febrero del 78, en vista de la eliminación física del Sr. Cubillo. Bonn desplaza al agente especial Gauss y al yugoslavo (croata) Susak, a Las Palmas de Gran Canaria, para infiltrarlos en la prisión de Salto del Negro y contactar allí con militantes del MPAIAC que se encontraban detenidos. A través de ellos, se presentan en Argel ofreciendo sus servicios para ayudar al Movimiento. No se aceptan sus servicios pero están algunos días en la ciudad. Una semana antes del 5 de abril, entran con un nuevo pasaporte alemán, siguiendo órdenes superiores de los servicios secretos, entrando en contacto con la embajada de España en Argel, quien le anuncia la fecha del atentado y la posible ayuda que podría prestar en caso de algún fallo. Ese mismo día envía un telegrama a sus jefes, el jefe superior de los Servicios alemanes, Sr. Böeden y al agente Gauss, quién da las órdenes oportunas para enviar un comando especial a Roma, para esperar en el aeropuerto al Sr. Cubillo y asesinarlo antes de que tome el avión para los Estados Unidos.
En el año 1988 se descubre este telegrama en los servicios secretos de la Baja Sajonia, en Hannover. Se abre una Comisión especial contra el gobierno cristiano-demócrata de Bonn, donde se demuestran todos estos hechos. El Parlamento alemán de Hannover llama a declarar al Sr. Cubillo, y al final, reconoce la participación en el atentado de la policía alemana. El gobierno cae en Baja Sajonia, y suben al poder los socialistas. Todo tenía que dejarse bien atado y era imprescindible que hubieran varios planes para que se ejecutara lo establecido, otro plan paralelo diseñado por Martín Villa había sido el de utilizar a un agente infiltrado en Argel, un tal J. L. Espinosa, que a sus vez debía contratar a un par de mercenarios españoles y llevar a cabo el cruel asesinato. Aquella misma noche del 5 de abril de 1978 atentaron estos mercenarios bajo las ordenes del Estado español, a través de su ministro del interior Rodolfo Martín Villa, dejando al borde de la muerte e impedido para caminar para el resto de sus días a D. Antonio Cubillo, y aunque estos asesinos fueron detenidos por la Policía argelina, y juzgados posteriormente, España y su intolerancia colonial, volvía a impedir por la fuerza de las armas, que Canarias ejerciera su derecho soberano a se libre.
Todas las acciones ilegales que el Estado Español aplicó para que este viaje no se llevara a cabo, nos demuestra lo acertado que estaba el MPAIAC en reclamar la independencia de Canarias.
Este treinta aniversario del atentado contra la vida del líder del MPAIAC, Antonio Cubillo, debemos recordarlo como un atentado contra todo el pueblo canario, un pueblo que merece por propia legitimidad llevar las riendas de su destino. La descolonización y la soberanía de Canarias es un derecho inalienable que seguiremos reivindicando y que nunca cruzará la línea del olvido.
Treinta años después, el incombustible Cubillo, a través del MPAIAC-CNC, ha trabajado duramente en un Preámbulo de Constitución Federal Canaria; esta iniciativa es una declaración solemne que después de ser pulida y aprobada por una Asamblea Constituyente, se entregará antes de 2010 en la sede de las Naciones Unidas, y así presentar el problema colonial canario y exigir un calendario de descolonización que acabe con tantos años de colonialismo.
Pedro J. Brissón
Presidente de la Asociación Faita
sábado, 19 de abril de 2008
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